lunes, 28 de diciembre de 2009

pluma










en la risas pequeñitas y plurales de tus ojos singulares, cabia perfectamente, podia mecerme en tus pestañas cuya brisa cosquilleaba mis esquinas, aquellas donde se esconden mis nostalgias menos ligeras. tu voz de pluma y atardeceres suaves llegaba a donde ninguna palabra hermosa siquiera se llega a asomar, y tú, canción sin volumen de la mano tomabas a mi manco corazón, mientras yo me ocupaba de jamás volverte romance, pa' siempre nombrarte sin miedo y con amor. porque cuando mi espiritu se percata de que a alguien he llamao casa, pide monte deliberadamente, pide nada, tritura al amante y regaña poro a poro, invoca muertes pequeñas que no me perdonan...que no me perdonan que yo me crea pareja antes de haberme sentido primera.

pero, vamos a hablar bajito.
y toma esto como una bebida que llega, sabe, entra, se funde, y fue.


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