a veces me resisto para ir a Karaya cuando Karaya me silba.
porque ella sabe lo que quiero aprender,
y yo se que con lo que se no es con lo que voy a construir mi pedazo de tierra,
entonces, ella siempre ahi, empujandome a los cantasos mas bonitos y a los cantasos menos guapos.
quiero ir por ella pero no reconosco mis alas entre tanto escombro.
me ofende que sus ojos brillen con tanta intensidad, que su cuerpo use mis brazos y mi cintura, me ofende que se manifieste y me inspire cuando me aterra no ver ni las alas ni la tierra.
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