e,
nada,
tengo llagas,
si, de esas etereas,
si, y en la materia,
e,
claro,
no era de extrañarse,
se me sale el sufrimiento
por los poros,
e,
sufro,
no soy victima,
pero fui mi caracteristico impulso,
en otra edad,
otra circunstancia,
otros lentes,
menos peso,
menos libros,
más carcel.
me encabrona ser una lagrima pasiva,
que se traga a si misma debajo del corchón,
porque aquellos dias merecen horror que los representen,
y no una mirada baja y unos dientes que se aprieten,
porque aquellos putos dias buscan
una horrible mascara para identificarse,
porque aquello no fue ninguna timida casualidad dolorosa,
FUE UN ATROPELLO,
y con el cuerpo de quien no lo hubiera permitido,
necesito exponer que,
en esta arrastrada melancolia
y en este pendejo desconsuelo,
no cabe aquello.
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